Implantes dentales y tabaco

Implantes dentales y tabaco

¿Pueden las personas fumadoras colocarse implantes? ¿Cómo afecta a los implantes dentales el tabaco? ¿Qué riesgo supone fumar una vez se han colocado los implantes?

Estas son las preguntas más frecuentes que surgen a la hora de abordar la implantología en pacientes que suelen consumir tabaco ya que, efectivamente, se trata de un factor que podría poner en riesgo el éxito del tratamiento.

 

¿Cómo afecta el tabaco a la salud bucal en general?

La salud bucodental puede verse afectada por muchos factores que pueden ser internos e incluso hereditarios o bien externos. Entre estos últimos encontramos el tabaco, que supone uno de los hábitos más nocivos. Son numerosísimos los estudios que demuestran que el consumo de cigarrillos tiene una particular incidencia en la zona posterior lateral de la lengua y el suelo de la boca.

Además, esta directamente relacionado con lesiones malignas de la mucosa oral y ni que decir tiene que es uno de los factores de mayor incidencia en la aparición del cáncer oral, a todas luces el efecto negativo más grave que puede sufrir la boca.

El tabaco también puede ser un factor de riesgo para la aparición de la periodontitis, afectando a la salud de las encías y afectando negativamente a la respuesta de la terapia periodontal, ya sea ésta quirúrgica o no.

Otras de las posibles consecuencias negativas del consumo de tabaco son la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, unas dolencia de la que hablaremos más adelante y que están relacionadas con los implantes dentales.

 

Implantes dentales y tabaco: ¿puedo ponerme implantes si soy fumador/a?

La respuesta es sí. Pero con matices. Ser fumador no necesariamente implica que los implantes dentales no puedan colocarse o que, como comúnmente se suele decir, el cuerpo vaya a rechazarlos (algo que ocurre en muy pocos casos y que puede darse tanto si el paciente es fumador como si no).

El paciente deberá presentar una salud gingival óptima y si fuese necesario, debería someterse a un tratamiento periodontal antes de colocarse implantes para asegurar que sus encías están sanas y libres de cualquier infección.

En cualquier caso, siempre será recomendable que la persona que va a someterse a un tratamiento de implantología, deje el tabaco durante varias semanas previa intervención y también un tiempo después de la colocación de las piezas implantadas. Estas son las principales razones:

  • Cicatrización más lenta: El tabaco hace que el proceso de cicatrización sea más lento ya que reduce el flujo sanguíneo de manera que, si se es fumador, la herida derivada de la intervención quirúrgica que se lleva a cabo en un tratamiento de implantología tardará mucho más en curar.
  • Infecciones bucales: El tabaco reduce la capacidad defensiva del organismo. Por tanto, si para la colocación del implante es necesario extraer una pieza natural dañada, lo habitual es que después de la extracción deban esperarse varias semanas en las que la encía es altamente sensible a infecciones. El consumo de tabaco podría causar complicaciones en todo el proceso si los tejidos blandos de la encía sufren una infección.
  • Dificulta la integración de los implantes: El éxito de los implantes dentales depende en gran medida de que éstos se unan perfectamente a la boca a través de un proceso por el cual la pieza implantada se adhiera al hueso, un proceso conocido como osteointegración.

¿Por qué es importante no fumar una vez se ha colocado el implante?

Como decíamos, el éxito de los tratamientos de implantología depende de la osteointegración, es decir, de que la pieza implantada efectivamente se una al hueso sobre el que se coloca. Este proceso hace que la unión sea firme y duradera, permitiendo que la vida útil del implante sea casi de por vida.

Una vez colocados los implantes, es importantísimo controlar y evitar cualquier tipo de infección. Uno de los riesgos de un posible fracaso del tratamiento de implantología es la contaminación bacteriana procedente de los propios implantes si el paciente no mantiene una higiene bucodental adecuada, sobrecargas en las piezas que dificulten en proceso de osteointegración y sobre todo, el tabaco.

Los elementos nocivos que se derivan del consumo de cigarrillos son, de hecho, el principal factor causante de un tratamiento de implantología fallido.

El tabaquismo después de la colocación de implantes altera las características de los tejidos blandos de la boca y la nicotina inhibe la curación ósea, haciendo que las bacterias se adhieran con más facilidad en las células epiteliales.

Por otro lado, unas de las patologías más importantes que pueden tener lugar después de un tratamiento implantológico y cuya aparición es más posible si se consume tabaco son la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, de las cuales hablaremos a continuación.

 

Mucositis periimplantaria y periimplantitis, ¿es el tabaco un factor de riesgo?

La mucositis periimplantaria es una patología que hace que se inflamen los tejidos blandos y la mucosa de las zonas que rodean el implante dental. En cualquier caso se trata de una complicación oral que puede revertirse si se trata de forma adecuada.

La periimplantitis, en cambio, afecta no sólo a los tejidos blandos sino también al hueso que sujeta el implante. En algunos casos, puede dar lugar a problemas de retracción de encías de forma que parte del implante queda al descubierto, siendo más susceptible de recibir agresiones externas y acumular bacterias y restos de comida que pueden ocasionar infecciones.

La periimplantitis se va produciendo de forma progresiva y afecta a la masa ósea que da soporte a la pieza implantada, de manera que puede comprometer el tratamiento implantológico y causar una movilidad indeseada del implante o incluso la pérdida del mismo.

Es por ello que se recomienda llevar un exhaustivo control y acudir a las revisiones tras la realización del tratamiento de implantología, ya que será más sencillo evitar estas complicaciones.

Existen varios causantes de estas dos patologías, si bien el tabaco es uno de los más importantes. De hecho, son numerosos los estudios que afirman que la tasa más alta de fracaso en tratamientos de implantología en fumadores no está tan relacionado con los fallos en la cicatrización u osteointegración como sí lo están con el hecho de que el tabaco hace más susceptible a los tejidos periimplantarios de sufrir daños irreversibles o de muy difícil curación.

 

Consulta a profesionales

Como puedes ver, existe una profunda relación entre los implantes dentales y el tabaco, ya que todos los procesos que tienen lugar a lo largo de un tratamiento de implantología determinarán su éxito.

La tasa de fracaso de los implantes dentales a medio y largo plazo es considerablemente mayor en personas fumadoras que las que no fuman y es por ello que siempre será recomendable eliminar o al menos reducir su consumo.

¿Quieres saber más sobre cómo se relacionan el tabaquismo y la implantología? Puedes escuchar la última entrega del podcast San Andrés 90, en la que el Dr. Liñares habla acerca de los tratamientos de implantología en pacientes fumadores y que encontrarás en plataformas como iVoox o Spotify.

Si deseas acudir a la Clínica Antonio Liñares para una consulta, estaremos encantados de atenderte.

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