En la primera visita realizamos un diagnóstico en el que estudiamos y evaluamos mediante radiografías qué tratamientos son los más idóneos para el paciente. Después, mediante estudios tridimensionales, determinamos la longitud y el diámetro del implante.
La colocación de un implante dental se realiza mediante una pequeña operación quirúrgica con anestesia local que consiste en crear un lecho en el hueso maxilar para introducir el implante.
Mediante un proceso biológico conocido como osteointegración, el organismo establece una conexión directa entre el hueso y la superficie del implante. Este proceso puede durar entre seis semanas hasta varios meses. Cuando la fase inicial de curación y osteointegración está completada, colocamos un pilar que conectará el implante dental a la corona.